La Técnica Alexander es un método de reeducación neuromuscular concebido por Frederick Matthias Alexander en Australia alrededor de 1890. Puede que sorprenda que un trabajo corporal tan moderno tenga ya más de un siglo de existencia y que las técnicas que Alexander enseñó no hayan cambiado mucho en todo ese tiempo.
Llevó a cabo unos descubrimientos claves para mantener un bienestar psicofísico, concluyendo que la mente y el cuerpo son indivisibles, que la manera en que usamos nuestro cuerpo afecta su funcionamiento y que el movimiento está gobernado por un mecanismo coordinador central.
Con la ayuda de un profesor cualificado, el alumno aprende a liberar y prevenir la habitual e innecesaria tensión muscular que interfiere con el equilibrio, la alineación y la coordinación. Le permite incorporar una mejor concienciación del buen funcionamiento tanto físico como mental y a no interferir en el mecanismo coordinador central en sus actividades diarias.
Los principios de la Técnica Alexander ofrecen soluciones a una variedad de dolencias como por ejemplo, dolores de espalda, tendinitis, asma, etc.
La práctica regular de una difícil y delicada actividad puede provocar diversas sobrecargas musculares, y patrones habituales de tensión produciendo dolor y limitando la interpretación.
Por este motivo músicos, actores y deportistas pueden beneficiarse del aprendizaje de este método, incluyendo también a los que quieren, simplemente responsabilizarse de su bienestar, entrar en una mayor consciencia y sentirse más a gusto consigo mismo.
Como individuo adquirimos una colección privada de hábitos y patrones de tensión a lo largo de nuestra vida. El profesor trabaja con el patrón de hábitos y tensión muscular del alumno y le ofrece información directiva sobre formas de cambiar.
Los talleres introductorios en grupo ofrecen una buena iniciación a la técnica y permiten recibir la información necesaria para que cada cual decida si desea tomar clases individuales en el futuro.
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